Serpenteando entre el asfalto
Te encuentro.
Tu profunda mirada
se hundió en nuestro vino
y se perdió con la noche.
Nada me detuvo;
Y con un llanto que más bien
fue lamento,
me acogiste en tu noche
que también se hizo mía.
Y después sonreíste
al día que seguiría
como despertándonos de nuevo
en esta vieja y reluciente
ensoñación.
Salgamos a la noche que ya es nuestra
y esperemos que la lluvia moje nuestros sueños.
miércoles, 21 de abril de 2010
viernes, 9 de abril de 2010
Casa
Abro la puerta y comienzo a escuchar el ruido del silencio
La casa vacía
El polvo del recuerdo del recuerdo
de las entrañas mismas del corazón.
Y encuentro tu retrato ya sin rostro
y me veo reflejado en todas partes.
Voy quitando las sabanas que lo cubren todo,
Que protegen la memoria y el olvido.
La llave que abre nuestra casa olvidada,
nuestra casa vacía que se está muriendo,
que duerme en algún lugar del mundo,
se oxida.
Cierro la puerta, cierro los ojos
Y guardo la memoria en el bolsillo.
Veo la casa desde lejos
Y comienzo a llorar recuerdos
que nunca he tenido
pero que inventaré
alguna mañana.
La casa vacía
El polvo del recuerdo del recuerdo
de las entrañas mismas del corazón.
Y encuentro tu retrato ya sin rostro
y me veo reflejado en todas partes.
Voy quitando las sabanas que lo cubren todo,
Que protegen la memoria y el olvido.
La llave que abre nuestra casa olvidada,
nuestra casa vacía que se está muriendo,
que duerme en algún lugar del mundo,
se oxida.
Cierro la puerta, cierro los ojos
Y guardo la memoria en el bolsillo.
Veo la casa desde lejos
Y comienzo a llorar recuerdos
que nunca he tenido
pero que inventaré
alguna mañana.
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